En México, las empresas buscan diversas maneras de establecer la compensación económica para sus empleados por el trabajo que realizan. Además de las condiciones y prestaciones establecidas por la Ley Federal del Trabajo (LFT), algunas proporcionan beneficios adicionales, las cuales buscan brindar un entorno de bienestar para el trabajador.
Desde las empresas pequeñas hasta los grandes corporativos generan un flujo de costo para poder compensar a los empleados. Parece sencillo pensar que sólo es necesario restar a los ingresos que tenemos los costos que nos genera el pago de una o varias personas que nos ayudan a realizar la actividad de la empresa, pero no es así.
Para todos los flujos de efectivo que maneja una empresa, existen normas y lineamientos que se deben seguir para llevar la contabilidad, tanto de los ingresos y costos de la operación del negocio, como de los préstamos y ahorros generados, y sobre todo y tema de nuestro interés, de los beneficios o prestaciones que se otorgan a los empleados.
Así es, una empresa debe de considerar que las prestaciones especificadas por la LFT, así como cualquier otro beneficio que se quiera otorgar a un trabajador, ya sea a través de un acuerdo escrito y aceptado por ambas partes, o alguna práctica no formalizada, debe de evaluarse por diferentes factores, como son: el tiempo de ocurrencia en que el beneficio será pagado al trabajador, la probabilidad de ocurrencia del evento que desata el beneficio y la dinámica de la población que constituyen los trabajadores de la empresa.
Por ejemplo, el cálculo de la prima vacacional que reciben los trabajadores al celebrar un año calendario en la empresa lleva un aprovisionamiento de recursos muy diferente al cálculo de una prima de antigüedad o de un plan de retiro, ya que la prima vacacional es de corto plazo, cada año el trabajador la recibe, pues existe una alta probabilidad de que él continúe laborando con la empresa. Mientras que la prima de antigüedad o el plan de retiro son de largo plazo, la probabilidad de alcanzar la edad de retiro o salir de la empresa, dependerá, en el caso de la prima de antigüedad, de la dinámica de rotación de personal que tiene la empresa y en el caso del plan de retiro de la probabilidad de llegar con vida a la edad de retiro y seguir laborando en la misma empresa.
Para los ejemplos mencionados, como para cualquier otro beneficio que se quiera otorgar a un empleado, en México se deben de seguir los lineamientos establecidos en las Normas de Información Financiera (NIF), Serie D-3 “Beneficios para empleados”, emitidos por el Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera. ¿En qué ayudará el seguir estos lineamientos?, ayudará a la empresa a reflejar en sus estados financieros el monto adecuado de pasivo actual y futuro que debe de reconocer para el pago de beneficios para empleados.
Es necesario que la empresa conozca la cantidad adecuada de dinero que deben de aprovisionar para el pago de los beneficios para sus empleados, tanto actuales como futuros, ya que el mal cálculo de alguno de ellos podría llevar a un desbalance financiero a la empresa cuando ésta tenga que realizar los pagos correspondientes.
Es importante dejar en manos de un Actuario con cédula profesional reconocida por la Secretaría de Educación Pública el cálculo de todos estos pasivos, ya que es el único profesionista con las credenciales necesarias para avalar este tipo de estudios.
Cualquier duda en Sabse Actuarial estamos para apoyarte.