Por lo general cuando una persona es contratada en un nuevo empleo su núcleo familiar o sus amigos le felicitan y se congratulan de su logro, en adición le hacen la siguiente pregunta: ¿te dan prestaciones?, según sea la respuesta se valora a la empresa quien le contrató.
Otorgar prestaciones es una costumbre hecha ley, cierto es que se acuñan bajo la legislación mexicana y los contratos colectivos desde la década de los 70’s. Con ellas la empresa busca retener a su personal calificado, compensar su buen desempeño, competir con otras empresas, entre otras.
Ante la pandemia y la crisis económica que vivimos la pregunta es: ¿Cuál será el futuro de las prestaciones? Posibles escenarios que la empresa deberá valuar son quizá los siguientes:
1) Quitarlas y llevar todo a sueldo.
2) Disminuirlas hasta el monto que permite el beneficio fiscal de deducibilidad.
3) Disminuirlas en proporción a la posible disminución de salario.
4) Buscar alternativas de otorgamiento de otras prestaciones que permitan hacer llegar mayor flujo de ingreso al empleado.
Es posible que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público opte por adecuar el beneficio fiscal con vías a tener una mayor recaudación sin incrementar la tasa impositiva por sueldos y salarios. Lo mismo podría ocurrir en el área de IMSS para efectos de la determinación del Salario base de Cotización.
También habrá que considerar el impulso que en materia de compensación se establece en el T-MEC (Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá), que en su capítulo 23 establece la normativa en cuanto a la relación laboral de las partes.
Sin duda el tratamiento que de la empresa en el rubro prestaciones, salarios y compensaciones debe abordarse de forma sistémica dada la complejidad que se presenta en la actualidad y realizar una valuación actuarial para establecer sus políticas de remuneración ya que cualquier modificación tienen repercusión legal, de carga social y financiera tanto para la empresa como para el empleado.
En Sabse Actuarial estamos para apoyarte.